Sep10

Desvístete que vas en avión

Javi Vicente Cardiff, personal, viajes
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Nota: Parte de esta anotación ha sido escrita mientras viajaba en el avión y publicada nada más llegar a casa.

Mi último viaje Bristol-Madrid con easyJet no lo voy a recordar como uno de los mejores, puesto que los hechos acontecidos en el mes de agosto en el aeropuerto londinense de Heathrow, han dejado tocadas a las compañías.

Mientras estaba haciendo cola -unos 30 minutos- me temía lo peor; estaba viendo mucha gente que abría las maletas y sacaba cosas. Efectivamente, primero no se pueden llevar dos equipajes de mano, a pesar que uno sea una mini-nevera con medicinas. No les entra en la cabeza que si fuera mujer, podría volar perfectamente con mi bolso y un equipaje de mano, como está haciendo la señora que tengo a mi lado. Eso ha provocado que si ya venía con un par de kilos de sobrepeso en la maleta principal, he tenido que facturar el trolley nuevo que hace dos meses adquirí -a saber cómo está cuando lo recoja en Barajas-. En total 40 kilos de equipaje para facturar -claro, me volvía con todo- y les da igual que viajes dos días que todo un año, 20 kilos por persona.

Al final sólo he pagado 10 kilos (50 libras) -¡Gracias, os debo la vida!- que tenía que hacerlo en el mostrador de información de la compañía, por lo que tenía que esperar otra cola que era pequeña -unas 5 personas- pero las tres azafatas estaban de risas. ¡Otros 20 minutos y con mi cabeza en Monza! A ver cómo ha quedado Schumacher, Kimi, Alonso y cuál ha sido la decisión del alemán sobre su futuro.

He vuelto al mostrador de easyjet a recoger mi tarjeta de embarque y ya he podido ir a comer algo antes de entrar a la zona de embarque. Como faltaba algo más de una hora, he decidido sentarme tranquilamente y comer una hamburguesa. Me la he comido y porque me aburría he decidido pasar dentro. ¡Menos mal que lo he hecho!

Otra larga cola me esperaba en el control de seguridad -¿100 personas delante?- que menos mal que iba rapidito y en 15 minutos he pasado el control. Eso sí, sólo me ha faltado meterme yo mismo por el scanner. Abrigos fuera, móviles, relojes, monedas, documentación e incluso sacar los portátiles de la bolsa. Para colmo, los zapatos también, así que imaginaos el panorama: 30 personas descalzas en una habitación más o menos cerrada (Bristol es así) y lleno de gente, un olor a queso que olía que alimentaba. ¡Denominación de orígen como mínimo!

Sin trascendencias la subida a bordo del avión, pero un detalle a la llegada. Hemos aterrizado en Guadalajara y en el mismo avión hemos llegado hasta la terminal del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Casi 25 minutos dando vueltas por las pistas del aeropuerto, desde una punta a otra… ahora entiendo que cada vez menos gente use el avión para trayectos cortos. La recogida de equipajes también se ha hecho esperar.

Tiempo invertido en total (de aeropuerto a aeropuerto):

  • 30 minutos para facturar
  • 20 minutos para pagar sobrepeso
  • 15 minutos para pasar el control de seguridad en el aeropuerto
  • 105 minutos de vuelo (Bristol – Madrid)
  • 25 minutos de visita a las pistas
  • 10 minutos recogiendo equipaje

En total: casi 3 horas y media en uno que no suele durar más de 2 horas y poco.

Al fin, ya estoy en casa, hogar dulce hogar.

Nótese el tono irónico en el texto.